
La educación solo es posible cuando la persona que tiene la responsabilidad de educar cree en las posibilidades de futuro de quien ha de recibir su enseñanza y su ejemplo. El acto de educar implica, pues, una confianza íntima en el ser humano.
Cada año nos llega la Navidad. Y ante estas fiestas, con tan hondo sentido familiar, el Colegio desea lo mejor a cada una de las familias de nuestros alumnos y maestros. No olvidamos a todas las demás personas y personalidades que hacen posible nuestra labor.
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